El Bosco (c. 1450-1516), holandés de Hertogenbosch, es el gran pintor primitivo nórdico. Fue un pintor flamenco que trabajó en las últimas décadas del siglo XV. Su obra más conocida es el Tríptico del Jardín de las Delicias.
Es un tríptico al óleo sobre tabla (220 x 389), compuesto por una tabla central (220 x 195) y dos tablas laterales (220 x 97 cada una).
La obra se estructura en tres tablas verticales, con el Paraíso a la izquierda, el Jardín en el centro y el Infierno a la derecha. Cada tabla se subdivide a su vez en otras tres franjas horizontales, conformando tres planos de progresiva profundidad, para dar cabida a mensajes distintos en cada espacio.
El Paraíso, en la tabla de la
izquierda, muestra el último día de la Creación, cuando Dios (en forma de
Jesucristo) reúne a Adán y Eva, junto al Árbol de la Vida. Justo en el centro del representado “jardín del edén” se encuentra la fuente de la vida encima de unas rocas llenas de piedras preciosas. Al estar rodeada de agua se encuentra inaccesible y simboliza la tentación y la falsedad. En el círculo se ve un búho que representa la brujería.
Los animales son representados como bestias que se atacan y devoran alimentándose unas de otras. A la izquierda, un gato se come una rata, en primer plano, los pájaros
Los animales son representados como bestias que se atacan y devoran alimentándose unas de otras. A la izquierda, un gato se come una rata, en primer plano, los pájaros
devoran ranas y sapos, y al fondo se ve como un león está comiéndose un ciervo.
La tabla central del tríptico representa cómo todos los mortales cometen el pecado sin pudor y sin miedo a ser castigados. La práctica del acto sexual era la prueba de esta pérdida de gracia del hombre. Éste es el verdadero jardín de las delicias, situado entre el jardín del edén y el infierno. Los cientos de personajes y animales son
descritos con desbordante fantasía. Hay hombres y mujeres, blancos y negros, desnudos en variadas
relaciones eróticas, y también participan en la
orgía los animales (reales o fantásticos) y las plantas, cuyos frutos son conocidos símbolos eróticos.
“El castigo eterno”. Todos los pecadores reciben su condena en el infierno. Todo tipo de criaturas y formas demoníacas castigan a los mortales de multitud de maneras. Queda muy bien reflejado el sufrimiento de los humanos, condenados eternamente por llevar a cabo y sin control la lujuria. En lo alto del cuadro se ve la imagen más típica del infierno, lleno de fuego y azufre.
La
obra resume las características de la mejor pintura flamenca en el periodo de
transición entre el Gótico flamenco y el Renacimiento nórdico. La minuciosidad
en los detalles cargados de simbolismo, el paisaje compuesto en una perspectiva
más empírica que científica, la fantasía
en la creación de imágenes, el colorido variado e intenso, y el tratamiento de
la luz natural privilegiando el claroscuro en las escenas interiores a menudo
sombrías son algunas de las características que contiene la obra.